El Mechanus

Aquaris llamo a la puerta de la forja, no estaba nada convencida de que fuera una buena idea separarse, pero confiaba en Auriss, y hasta ahora todos sus planes habían funcionado bien.
Escucho pasos en el interior y una voz melodiosa que contestaba algo. "No lo se aun no he..."]
La puerta se abrió, y Aquaris vio delante de ella a un elemental de fuego. Tenia el pelo de color rojo y semilargo, sus ojos eran dos granates brillantes encendidos en su cara que poseía unas facciones hermosas y una piel de color cobre.
Era un poco mas alto que Aquaris sin llegar a la estatura de Auriss, y parecía, al menos, tener una edad similar a la de Aquariss.

Aquaris iba a decir algo justo en el momento en que su pelo comenzó a arder como una hoguera, vio como el pomo de la puerta se derretía en su mano y sintió como un golpe de aire caliente se estrellaba contra su cara.
Retrocedió instintivamente asustada ante el peligro y se tapo la cara con las ropas mientras sentía escozor en las mejillas.
Lo cierto es que de alguna manera, de forma instintiva, Aquaris sentía miedo y animadversión por los elementales de fuego ya que al fin y al cabo eran sus enemigos naturales.

(Ya podéis postear, el orden es irrelevante, puede postear primero el que quiera. Lo dejo en vuestras manos.)

Aún refugiada bajo mi capa echo una mirada rápida hacia el camino por el que desapareció mi amado Auriss, mientras aún retrocedo un par de pasos. <<¿Por qué me pasa esto a mi? ¿Y ahora que hago yo sola con un elemental de fuego? No puedo ir con Auriss, si él me ha dicho que me quede aquí, es lo que debo hacer>>.
Respiro hondo y finalmente consigo dominar en parte ese pánico que me hubiera impulsado a salir corriendo calle abajo.
-Disculpe. Busco al herrero.-Digo en el idioma común trantando de que mi voz no tiemble demasiado.

<<Tengo que hacer algo pronto, no puedo solo quedarme aquí parado observándola>> Me decía a mi mismo mientras trataba de controlarme. Pasaron como 10 segundos antes de que pudiese contestarle, pero en ese tiempo pude notar que estaba algo asustada, me fue difícil controlarme, pues mi reacción podía mal interpretarse y ella podía pensar que era agresividad cuando en realidad era todo lo contrario. Esta vez mis funciones corporales no estaban del todo fuera de mi control y cuando ya logre calmarme, le dije -Por favor entre, aquí vive el herrero- Fue todo lo que pude decir.

Aún semi-oculta bajo mi capa puedo percibir el sofocante calor que desprende la entrada de la herrería casi destruida y burbujeante.
<<No saben hacer otra cosa que destruir y pretende que yo pase a través de ese infierno. Cómo me gustaría verle teniendo que adentrarse en un tanque de agua>>.
- Perdone pero obviamente no pienso pasar por ahí, tendrá que salir él.

Al escuchar sus palabras caí en cuenta que se trataba de una elemental de agua, y como a mi supuse que el fuego era un peligro para ella. En ese momento mire al techo, abrí mi boca y aspire tanto aire como mi cuerpo pudiese mantener, lo sostuve unos segundos, me gire dándole la espalda a esa bella elemental para exalarlo con fuerza. Lastimosamente no me di cuenta y el aire que salia en ese momento de mi boca era tan caliente que unas lanzas que estaban en una de las esquinas de la tienda comenzaron a derretirse y a perder su forma.

Mi cuerpo comenzó a liberar su temperatura y aunque me era un poco difícil logre bajarla al mínimo, ya un poco mas tranquilo pero aun nervioso por aquella presencia le digo - Espere un momento- me dirigí hacia la ventana y la abrí de par en par, luego fui nuevamente hacia la puerta y la deje abierta, dejando espacio para que el calor acumulado dentro de la habitación saliera. Cuando iba saliendo de la tienda me di cuenta que ella dio unos pasos hacia atrás, le pregunte -Aun esta muy caliente para usted? Tendremos que esperar un poco a que el calor salga, porque si busca el herrero supongo que querrá pasar no?- finalizando la frase con una risa nerviosa.

Retrocedo muy lentamente hacia atrás otro par de pasos, tratando de poner algo más de distancia entre el elemental de fuego y yo y asiento con la cabeza.
-Esperaré si él no puede salir. Pero tampoco tengo todo el día.
<<Auriss vuelve pronto por favor, te necesito, esto no pinta bien...>>

-Disculpe usted mi torpeza pero no estoy acostumbrado a tratar con elementales de agua, y mucho menos con una tan bella como usted, no esta asustada o si? le aseguro que yo estoy mas nervioso que usted, pero no se preocupe que no quiero hacerle daño, por lo menos no intencionalmente.-

<<¿De verdad cree que voy a confiar en él sólo por unas cuantas palabras bonitas?>>. Poco a poco dejo de cubrirme la cara al sentir que el calor disminuye.
-Perdone pero no trato con elementales de fuego. Sólo necesito al herrero.

<<Que chica tan obstinada>> Pienso mientras suelto un suspiro y me llevo las manos a la cabeza.

-Veo que no tiene ánimos de socializar, y es una lastima pues soy el hijo del herrero y podría ayudarle con lo que busca, He trabajado con mi padre desde que recuerdo y tengo algo de experiencia, claro el es el maestro, pero ahora esta ocupado, si desea algo tendrá que tratar conmigo, estoy totalmente a sus pies- Mientras sonrío y hago una reverencia como si de una princesa se tratara.

Me asomo a la puerta y chequeo la temperatura, -Creo que la temperatura ya es normal, pasemos y me dice que busca a ver si le puedo ayudar, le parece?- No dejo de sonreír, pero mis movimientos aun son torpes y cuando me voy a voltear para hacer el gesto de "Damas primero" Me enredo con mis propios pies y caigo al suelo, por un momento la sorpresa y el susto me de la caída me dejan mudo pero segundos después suelto una carcajada como si de una gracia se tratase, me levanto y digo -Jajajaja Lo siento, Entramos?-

(No se como describir el gesto que uno hace cuando sede el paso asi que lo llame "Damas primero" jajajaja!!! Corregirme y luego lo cambio... )

Observo con incredulidad cómo el elemental de fuego cae al suelo tras su torpe maniobra.
<<Vaya chico más torpe, no da la impresión de ser un guerrero. ¿Debería entrar? No sé si es buena idea pero... bueno si Auriss me dijo que fuera a la herrería será porque no hay problema, con él todo sale bien>>.
Respiro hondo y observo de nuevo la calle en la dirección en la que mi prometido debería aparecer.
- Entraré, pero le advierto que no estoy sola. Si pasara algo tendrán problemas. Vaya delante, le seguiré en cuanto pueda, me temo que aún es demasiado calor.
Espero a que el hijo del herrero vuelva al interior de la herrería y algunos minutos después entro tras él, mientras mi corazón se acelera anticipandose al peligro.

Una vez dentro de la herrería miro a todos lados contemplando el desastre consecuencia esta inesperada pero grata sorpresa, mi principal preocupación era como reparar la cerradura de la puerta pero ya era muy tarde como para hacer una nueva cerradura, así que mire las lanzas que se habían deformado antes tome las mas finas, y con mis manos las moldeé improvisando un seguro de pasador como si de una de las herramientas que mi construía para mi padre se tratara, y con las mismas herramientas que había en la herrería la pegue a la puerta, ni loco pasaba a la forja, que sino mi padre me pillaría e interrumpiría esta oportunidad de hablar con ella.

Mientras trabajaba en la puerta, le pregunte -Y que asuntos trae a una herrería a una elemental de belleza tan delicada como tu? Por cierto, de donde eres? Ahh! y aun mas importante, podrías honrarme con el privilegio de conocer tu nombre?-

Mientras el joven elemental de fuego arregla la puerta, procuro situarme cerca de la ventana abierta, manteniendo las distancias con él. Observo con curiosidad su esmerado trabajo fundiendo las lanzas y creando el pasador para la puerta. Pero lo que más me sorprende son sus palabras. <<¿De verdad se cree que podemos hablar como si no pasara nada? ¿como si la guerra nunca hubiera tenido lugar? Claro es un elemental de fuego y piensa que mundo es suyo. Ojalá pudiera decirle cuatro cosas, pero será mejor ser prudente>>.
- Soy Hydria y necesito unas dagas para mí. Tengo algo de prisa, preferiría acabar con esto cuanto antes.

-Hydria, que bello nombre. Yo soy Shalazar hijo de Trask, un placer.- en ese momento termino de instalar el pasador y lo pruebo para realizar los ajustes finales -Me quedo muy bien- Cierro la puerta y me voy hacia el mostrador exclamando -Dagas ehm? Dagas... dagas... dagas...-

Buscaba dagas con diligencia e iba colocándolas sobre el mostrador, iba sacando un gran numero de ellas con modelos y formas diferentes, ella iba viéndolas a medida que yo iba sacándolas, me di cuenta de que le llamaban la atención mas las dagas decorativas, en ese momento se me ocurrió preguntar -Quieres 1 daga o un set de dagas? Que sean decorativas o de lucha? Son para ti o será un regalo para quien te acompaña?- Allí me mostré como una persona diferente, estaba concentrado en el trabajo, por un momento se fueron las distracciones, pero a diferencia de otros días hoy trabajaba con una sonrisa.

Hago una breve inclinación de cabeza al escuchar cómo se presentaba aquel extraño elemental de fuego, mas permanezco en silencio, aún evaluando la situación. Pero mientras él saca dagas y más dagas, empiezo a llenarme de dudas. Algunas que parecen auténticas obras de arte con todo tipo de filigranas, captan poderosamente mi atención. Los minutos parecen estirarse hasta transformarse en horas y sin la guía de mi amado Auriss la elección de mis armas se hace, para mí, cada vez más difícil.
<<¿Y ahora cual elijo yo? Oh Auriss te necesito aquí. Si tan sólo supiera algo sobre ello...>>
Pero mis pensamientos se ven súbitamente interrumpidos por las preguntas de Shalazar.
-Quiero un set de dagas para poder defenderme. Son para mí, mi compañero va bien armado.

-Un set de dagas eh, por aquí tengo uno que es especial, quizá te guste. vuelvo en un momento- Salí hacia la habitación de al lado que era como una especie de mini-taller donde se le daban los toques finales a los objetos que fabricábamos, abrí el baúl y saque el estuche donde se guardaban las dagas y sus fundas y me dirigí hacia donde estaba Hydria.

Puse el estuche sobre el mostrador y mientras lo habría dije -Estas dagas son realmente especiales, están hechas de un material que por esta zona es muy escaso y no se sabe mucho de el, pero es un poco mas resistente que el acero, no se deforma y es muy liviano, por ahora no recuerdo el nombre pero ya veras porque lo digo- Terminé de abrir el estuche y lo que se veían eran 2 dagas comunes de color plateado oscuro, de buen diseño muy estilizadas, alargadas y finas. Hydria al verlas, inmediatamente cambio su expresión, no estaba sorprendida, hasta pudo haber pensado que dije todo eso para aumentarle el precio a la venta.

-Jajaja, pero no pongas esa cara, no trato de estafarte, he aquí mi demostración- Cojo una daga con mi mano y al instante sobre la hoja comienzan a notarse unos reflejos naranjas, el metal comienza a ennegrecer y en la gema que tiene entre la hoja y la empuñadura se ve como una especie de nebulosa negra y naranja, -Apliquemos un poco mas de calor Jajaja- allí la gema comenzó a brillar naranja, salían destellos de ella y el metal se torno naranja oscuro.

-Vez porque es especial? Jajaja...-

Miro las dagas pero siento que tras su belleza se esconde algo que no termina de encajar conmigo. De nuevo el calor me hace retroceder unos pasos hacia atrás y ésa sensación mezcla de miedo y desagrado hacia los elementales de fuego se apodera de mí. De nuevo mis pensamientos viajan hasta Auriss deseando con todas mis fuerzas oir su llamada a la puerta, pero nada sucede. Al final consigo de nuevo dominar ese miedo recordando los movimientos torpes de Shalazar al entrar en la herrería y consigo formular una respuesta a su pregunta.

- Esas dagas parecen hechas para seres como usted, dudo que sean oportunas para alguien como yo.

De repente como un rayo me asalta una idea, algo que debido a la sorpresa inicial de encontrar a un elemental de fuego en la herrería, sin previo aviso, mi cerebro había omitido.
<< Es un elemental de fuego. Tal vez sepa algo de la espada o de esa salamandra de fuego. Quizá debería preguntar...>>

- Veo que sabe bastante de armas y de metales extraños. ¿Por casualidad no habrá visto usted una espada de metal negro y sumamente pesado?

Mi cara instantáneamente cambió, la pregunta me tomo por sorpresa <<Justo el día que me entero de la espada una completa desconocida entra a la tienda y pregunta por la espada? Como es que sabe ella?>> traté de que el cambio en mi expresión no fuese tan radical pero igual se noto, mi voz sonaba un poco mas seria pero igualmente trate de no darle importancia para disimular un poco, en ese momento me di cuenta de que podía obtener respuestas a mis preguntas de esta chica, solo tenia que averiguar como sacarle información sin que ella lo notara.

-No tiene porque alertarse, es solo un poco de calor en mi mano que no le hará daño, las dagas están hechas de un metal que reacciona con los elementos, no es que cada elemento le de le atributos especiales, es solo cuestión de apariencia-

Puse la daga en el estuche junto con su hermana y exclame -Adelante!, tome una y veamos que efecto tiene si la toca un elemental de agua como usted, solo la he visto con elementales de fuego y elementales de tierra y no se preocupe que no esta caliente, disipa muy bien el calor, no vea lo que me costo forjarlas jajaja  -

Eso fue todo lo que dije, quería restarle importancia al asunto de la espada solo para no levantar sospechas y obligarla a que pregunte nuevamente.

(Por cierto, para las dagas deben imaginarlas como:

Elemento Viento:


Elemento Tierra:


Elemento Agua:


Elemento Fuego:


No cambia la forma solo los colores... La daga es mas como la de Stormwing en la forma.)

(Que sepáis que me mola como estáis interpretando los dos, esta quedando muy chulo seguid así. Yo quiero ver como escribís vuestras propias historias, estoy expectante, que puede salir de todo esto???)

Tras hacer la pregunta sobre la espada mi pulso se acelera y todo parece pasar a cámara lenta. El ligero cambio en la expresión y la voz de Shalazar son para mi tan claros como un banco de peces multicolores sobre el azul del mar.
<<¿Por qué se ha puesto serio de repente? Quizá sepa algo, aunque sería mucha casualidad. Puede que sea otra cosa...>>
Con cuidado y sin perder de vista al elemental de fuego, alargo la mano despacio hacia la daga y tras comprobar que realmente no está caliente, la sujeto en mi mano. Siento mi brazo temblar mientras trato de que la daga no se me caiga y provoque un accidente. Observo la daga con mucha curiosidad. Poco a poco el metal que antes tomó ese color naranja y negro ahora comienza a tornarse de un color azul intenso.

- Es muy bella. Tal vez si pueda ser para mí. ¿Cuanto cuesta?

Vuelvo a dejar la daga sobre el mostrador y me quedo mirando a Shalazar.
<<¿Que hago? ¿Me arriesgo y vuelvo a preguntarle? Igual me equivoco, pero estoy segura de que ha podido escuchar mi pregunta y no me ha respondido.¿Tantas ganas de charlar conmigo y ahora no dice nada?>>.

- Estaba pensando que quizá no haya visto usted esa espada, pero de igual modo es posible que pueda ayudarme en ello. Busco también un animal singular, es una salamandra de fuego que fue domesticada. Sé que es algo raro.

<<Como es que esta chica sabía de la espada? y aun mas extraño... Busca a Shambala? Sera que Shambala y la espada tienen relación?>> En ese momento, mas que otra cosa, frustración era lo que sentía <<Tan importantes fueron esos pocos años que viví antes de que mi padre me encontrara en el bosque?>> Me preocupaba el hecho de que si la Espada y Shambala estuviesen tan relacionados no podría ocultarla por mucho tiempo, a Shambala la conocían ya en el pueblo y fácilmente podrían relacionarla con la herrería y con mi familia y si esta chica me pregunto, también pudo haber preguntado a otras personas, pero no podría saber que tanto sabia hasta que no preguntara.

-La espada es verdad, siento no haber respondido antes a tu pregunta es que me distraje, no es fácil no estar nervioso al lado de una chica de tanta belleza. La verdad es que por aquí han pasado muchas espadas por muchos motivos, es posible que la haya visto, podría darme mas detalles? Con respecto a la salamandra de fuego, es raro ver a un animal de esos por acá, he oído que son bastante escurridizos y que se encuentran en las tierras de los elementales de fuego, esta interesada en atrapar alguna? Jajaja- Estaba un poco nervioso pero supe controlarme muy bien, con suerte ella me creería que mi conducta se originaba por su belleza <<Espero que me de información como para poder medir su conocimiento del asunto, no puedo decir mas hasta no saber quienes son los que buscan a Shambala o la espada>>

<<Vaya parece que realmente no sabe nada de la espada ni de la salamandra. Por un momento pensé que podría decirme algo. Aunque se le ve realmente nervioso y dudo que sea por una elemental de agua como yo. No debo hablar demasiado pero me resulta tan raro...>>
Después de escuchar la respuesta de Shalazar, continúo mirando las dagas, como si hubiera perdido el interés por preguntar de nuevo por la espada.
- Lo siento no conozco muchos más detalles sobre esa espada. Ya veo que poco puede ayudarme en ello. Esperaba poder hallar a su portador para poder hablar con él. Bueno ¿cuanto valen esas dagas?Creo que me las quedaré.

-Jajaja, es raro que busque una espada y solo sepa su color y su peso, hay muchos metales que dependiendo de la forja pueden tornarse negros, así creo que se les hará muy difícil conseguirla. Que otras pistas tienen? Quizá pueda ayudarles si me das un poco mas de información, como De donde vienen? y Porque la buscan? O alguna otra cosa podría ser de utilidad, no lo se- Dije mientras arreglaba el resto de las dagas en sus respectivos lugares.

Parecía una persona totalmente desinteresada y que solo quería ayudar y por la expresión de Hydria las sospechas acerca de mis motivos se desvanecían de su mente.

Miro de nuevo a Shalazar con desconfianza y me aparto de él.
- Sólo sé de la espada lo que me han contado de ella y lo mismo me ocurre con la salamandra de fuego. ¿Pero por qué me hace tantas preguntas? Si no sabe nada de esa espada ni de esa salamandra ese interrogatorio acaba ahora. Ya dije que no trato con elementales de fuego a menos que puedan decirme dónde se encuentra lo que busco. ¿Puede decirme por favor cuanto valen esas dagas y si además de su familia hay algún otro elemental de fuego por aquí?

-Interrogatorio dice. No se como espera que alguien le de información con esos modales. Tienes que ser un poco mas amable con las personas si esperas algo de ellas.- En ese momento me molesto un poco la actitud de Hydria, pareciera que no le gustan los elementales de fuego, no sabia sus motivos, pero de ser así entonces por que buscaba a uno en especial...

<<No puedo creer la amargura de esta chiquilla, no se parece en nada a la que vi en la plaza, feliz bailando al ritmo de la música, no quisiera juzgarla tan apresuradamente pero no creo que aguante mucho>> La frustración nuevamente se hacia presente, no podía ganarme si quiera una pizca de confianza de esta hermosa chica, aunque me emocionaba que estuviese frente a mi, me era imposible hacer que bajara la guardia.

Luego de unos segundos de reflexión y un suspiro le dije un poco mas calmado -No es que quiera interrogarla, es solo que tratándose de otro elemental de fuego siempre me intereso pues, mi familia esta conformada solo por elementales de tierra, me adoptaron desde muy pequeño, con otros elementales de fuego no trataba mucho, solo con los que venían a la tienda por una reparación y solo venían de pasada por el pueblo.-

En ese momento le di la espalda a Hydria, mi voz, la que se tornaba triste mientras hablaba, casi se quebraba y el ambiente al rededor de mi se tornaba un poco oscuro. Me sorprendió cuanto me afecto el hablar de ello, quizá no me había dado cuenta porque nunca había hablado de ello, o mejor dicho, porque nunca fue necesario. Siempre fui feliz con mi padre y mi madre y hasta ahora no había sentido la necesidad de tratar mas con elementales de fuego o de buscar a mi familia, creo que fue por que apareció la espada y despertó un sentimiento especial en mi.

Nuevamente suspire, esta vez fue un suspiro profundo y lleno de melancolia <<No se que tanto pueda ocultar a Shambala, no hay manera de que no se enteren que ella esta aquí si andan preguntando por ella en el pueblo, todos la conocen. No hay mas remedio>> Miré al techo y con una sonrisa levemente forzada volteé hacia ella y le dije -No puedo ayudarte con respecto a la espada pues no tengo detalles acerca de ella y hay muchas espadas con esas caracteristicas, pero...- Voltee mi cara hacia la puerta y grite levemente fuerte -SHAMBALAA!!!- La que casi en el mismo instante de un fogonazo apareció a espaldas de Hydria.

-Espero y esto te ayude...-

<<¿Será posible que me diga que he sido una mal educada con él? ¿Que se habrá creido? ¡No merece ni que le hable y me pide mejores modales!>>.
Por un segundo mi mirada refleja un odio intenso, pero todo pasa muy rápido. Y en apenas unos minutos mi expresión pasa del odio a un ligero interés, en el momento en el que Shalazar menciona su pasado.
<<¿Un elemental de fuego adoptado que además no parece tener lazos con otros elementales de fuego? Por eso da la impresión de no saber nada...>>
Pero mis pensamientos se ven interrumpidos por un pequeño grito y un calor sofocante a mi espalda. Me giro rápidamente para ver qué es lo que produce tanto calor tras de mí y al ver a la poderosa salamandra de fuego, el miedo se apodera de mi. Intento gritar pero mi voz se niega a salir. Trato de salir corriendo hacia la puerta pero tropiezo con mi propia capa y me voy al suelo.
<<Auriss ¿donde estás? ¿Por que me has dejado sola?>>
Mientras me arrastro miro hacia la puerta que se me antoja increíblemente lejana. Pero finalmente la razón vuelve a colarse dentro de mi cabeza y consigo dominar el terror y ponerme de nuevo en pie. Aún temblando como la superficie de un.charco al soplar el viento, consigo sacar un hilo de voz.
- No me hagas daño por favor. Quizá podamos ayudarnos mutuamente. Sinceramente por tu expresión de antes creo que también conoces la espada de la que hablo porque es única en el mundo. Voy a contarte algo pero nadie más debe enterare, necesito que cierres bien las puertas.